Aunque pensareis que estoy loca, me alegro muchísimo que haya terminado el fin de semana.
Y todo porque han pasado 2 días enteritos sin poder hablar con mi Amo, dossssssssss díassssssss, con sus segundos, horas y minutos, con sus amaneceres, atardeceres, anocheceres y todo lo que termine en -eres.
No me importa si mañana es lunes y de nuevo al curro, a madrugar, etc, etc, me da igual, tengo tantas ganas de hablar contigo, de escucharte, que me cuentes como te ha ido, si te ha llovido mucho, si has comido fabada (espero que su estomago lo haya superado...), deseosa de decirte cuanto te he echado de menos (aunque eso ya lo sabes), que no he dejado de pensar en ti ni un momento, que me he aferrado a mi collar como si fueras tú, que a pesar de estar con gente, mi cabecita revoloteaba por esas montañas del norte, que te he abrazado en la distancia estas noches y te he dado mil besos de buenos días cuando ponía los pies en el suelo.
Siiiii, estoy un poco ñoña, bueno, mucho, pero es que...bufffffffff, te necesito, te necesito mucho.
Así que, la mejor manera de que esto pase pronto es irme derechita a la cama y dormirme prontito y esperar que amanezca más pronto aún.
Cuento las horas, los minutos, los segundos...
Dulces sueños mi Amo.
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